Por: María Rosario Carrasco Patzi
Capítulo IX
"Y todo lo
que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres."
(Col. 3:23)
En el año 2012, Manuel cursaba el segundo año en la Universidad
y primer año en la Escuela de Formación de Maestr@s, fue un año grandioso para él,
porque en ambas instituciones de Educación Superior, se destacó como un buen
estudiante. A pesar de su cansancio y el tener que estudiar tantas materias (10
anuales en la Escuela y 6 semestrales en la Universidad) en un principio se le hicieron muy difíciles, además
de tener que levantarse todos los días muy temprano sobre todo en la fría época
de invierno.
No obstante, el apoyo de ambos padres es muy importante para el éxito de los hijos y en este caso allí estuvieron su padre y madre explicándole que la vida es una
constante lucha para todos y cada uno de los miembros de la familia, los cuales
tienen que asumir responsabilidades, cumplir con tareas, perfeccionar sus
talentos, capacitarse para realizar grandes conquistas, alcanzar el éxito y
lograr sus metas.
También, manifiestan que el
secreto de todo éxito es poner en práctica las frases de la Biblia, como las siguientes: Todos los días tenemos que
hacer cosas que no nos gustan. Por ejemplo, levantarnos temprano para ir a la
Universidad, o sacar la basura, o cocinar, entre otras cosas. Estas cosas normalmente
las hacemos a medias y/o con mala actitud. Pero la Biblia dice 1 Corintios
10:31 "ya sea que coman o beban o hagan cualquier cosa, háganlo todo para
la gloria de Dios". También dice en colosenses 3:23 "Hagan lo que
hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este
mundo". Dice que hagamos TODO como si fuera para él. No sólo las cosas que
creemos que tienen que ver con Dios. Realmente, TODO tiene que ver con Él, si
decidimos hacerlo con buena actitud. Esto implica, hacerlo lo mejor que podamos
y sin quejarnos constantemente. La mediocridad no es una opción cuando le estás
dedicando algo al Señor.
Asimismo, indican que
todo lo anterior implica establecer prioridades: siéntate un momento y piensa
sobre tus prioridades. Luego haz una lista de ellas en orden de relevancia, es
decir, en los primeros lugares aquello que consideras más importante o que
necesita tu atención inmediata. Esta lista te ayudará a cumplir metas, te
permitirá empezar y terminar a tiempo algún trabajo o tarea pendiente.
Organizar tus prioridades va a enfocarte en aquello sólido que necesita ser
cumplido para poder crecer como ser social y como individuo y una de las
principales prioridades es
nuestro trabajo o nuestros estudios.
Debemos ser excelentes estudiantes,
profesionales, trabajadores, empleados, amas de casa, o sea todo lo que hagamos en nuestra vida diaria, es muy
importante según la Biblia. Ser
disciplinados, fieles, cumplidores, íntegros y buenos en lo que hacemos glorifica
a Dios.
Según ambos padres, el
aprendizaje de nuevos conocimientos abre
la mente, por ello siempre le dicen: "infórmate, estudia. lee y piensa en nuevas ideas; analiza y
pon en práctica el nuevo conocimiento; descubre a través de la lectura y el
razonamiento medios para desempeñar mejor tus estudios o tus trabajos, medios
para ser un mejor hijo, amigo, estudiante, etc. Solo mediante la educación lograrás
obtener una vida más segura en los
aspectos emocional y económico; una vida con mayores momentos de felicidad".
Esto quiere decir que nada se cultiva por sí solo, ya el verbo mismo
"cultivar", implica trabajo, esfuerzo, dedicación, y constancia. Una
voluntad cultivada es una voluntad fortalecida, es el escudo que nos protege de
los vicios, las dependencias, la perdida de la dignidad, la vagancia, las malas
costumbres.
Con todas estas reflexiones, Manuel continuó
adelante en sus estudios y para fines del año 2012 tuvo las mejores noticias de
su vida porque todas las materias que llevó, tanto en la Universidad como en la Escuela de
Formación de Maestr@s las aprobó, como un gran premio a su esfuerzo y
sacrificio.